Al trabajar con la computadora no solo se requiere de intelecto, también los ojos están sometidos a un trabajo exigente. Usted tiene que adaptarse constantemente a cambiantes intensidades de luz, contrastes y distancias y poder hacer frente a un excesivo número de cambios en la fijación y dirección de la mirada (teclado, pantalla, manuscrito).Esto puede extenuar los ojos, hacerlos arder y lagrimear. Para hacer para los ojos el trabajo lo más sencillo posible, el sitio de labor frente a la computadora debe estar dispuesto de manera idónea. Es muy importante aparte de la distancia óptima entre ojo y pantalla tener la pantalla, el teclado y el manuscrito dispuestos en una secuencia funcional y cómoda y la iluminación adecuada.
La fuente de luz no debe cegar, es decir no debe estar colocada o colgada de tal modo que uno mire directamente hacia ella. Muy frecuentes y muy molestos son los reflejos de luz e imagen sobre la superficie de la pantalla debido a fuentes de luz indirecta. Así por ejemplo las lámparas fijadas en el techo o ventanas que se encuentran al costado de la pantalla pueden provocar estos reflejos molestos. La lámparas de techo deberían ser ubicadas por ello encima o ligeramente por detrás del lugar de trabajo para que no produzcan reflejos de luz sobre la pantalla.
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